No digo mucho, y es que realmente no tengo nada que decir
¿Tendré que empezar a enumerar ahora que estoy de vuelta? ¿Dibujar corazones y sentirme bien tras leer una carta que poco entiendo?
Ya no quedan ideas, como tampoco tiempo, ni amor.
Oh… mi Cultabarata: sin arbolitos, ni flores de entierro; sin cartas lejanas de mala redacción; sin amantes en los bolsillos… sin decir nada. Te quedas ahí y te vuelves redundante intentando dar explicaciones de segunda mano.
domingo, 1 de marzo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Se visten de gris
ResponderEliminarte miran la ropa
sonrien a las cámaras
esconden a sus señoras!
tienen grandes camionestas
imposibles de estacionar
caminan exigidos
se miran en las vitrinas!
ASI SON ESOS CAMINOS KE CRUZAN MI CABEZA!!
siempre keda todo cultabarata! siempre!